
Los bosques y selvas están dejando de absorber carbono y podrían, incluso, ser emisores netos
Los bosques y selvas del Planeta comienzan a dar muestras de cansancio. Están tan saturados que dejan de absorber CO2. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista Sciencie por el profesor del CSIC, Josep Peñuelas y Yongguan Zhang, de la Universidad de Nanjin. Ambos científicos recuerdan en su trabajo que los árboles necesitan tres elementos para crecer: agua, nutrientes y CO2, el gas responsable del cambio climático que, para ellos, es como un abono. Y señalan que por mucho que aumente el dióxido de carbono si no se incrementan de igual forma los nutrientes y el agua entonces las plantas no podrán aprovechar la importante presencia de este gas. Eso está reduciendo el ‘efecto fertilizante’ de este dióxido, hasta el punto de que su rendimiento se ha reducido en un 50% desde 1982.
Para demostrar que la falta de agua y nutrientes reducen la capacidad del CO2 para hacer crecer a las plantas, los investigadores se basaron en los datos obtenidos en centenares de bosques estudiados a lo largo de los últimos 40 años. Esos datos demostraron una progresiva disminución desde 1990 de la concentración en las hojas de nutrientes esenciales como el nitrógeno y el fósforo.
“La absorción de carbono por parte de la vegetación se está empezando a saturar, lo que debe ser tenido en cuenta en las estrategias para frenar el cambio climático. Y es que si la naturaleza disminuye su capacidad de secuestrar carbono, aumentará la dependencia de futuras estrategias para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirma el profesor Josep Peñuelas.
Algunos bosques podrían pasar de ser “capturadores” a “emisores”
La situación de saturación es de tal magnitud que algunos bosques podrían pasar de ser “capturadores” a “emisores” de CO2. Esta situación no es ajena a nuestro país, según señala un estudio de los profesores Santiago Sabaté y Carles Gràcia, de la Universitat de Barcelona (UB) y el experto de esta universidad, Daniel Nadal-Sala
Dado que el balance de carbono consiste en el resultado de restar al CO2 capturado por la fotosíntesis el que emiten las plantas durante su respiración (cuando absorben oxígeno y emiten dióxido de carbono), teniendo en cuenta además que deben sumarse las emisiones causadas por la descomposición de la materia vegetal muerta (la cual aumentará también debido al clima más cálido), entonces el balance podría acabar convirtiéndose en negativo.

El trabajo de estos científicos señala que los bosques españoles podrían acabar siendo emisores netos de carbono hacia la segunda mitad del presente siglo. Para ello se basan en el escenario climático que se avecina, caracterizado por la creciente aridez que afectará a la Península Ibérica, el descenso progresivo de las precipitaciones y el mayor número de horas de sol. Todo ello aumentará la evaporación del agua capturada por los bosques. Por ello, los científicos recuerdan que es necesaria una adecuada gestión de los bosques para evitar que su constante expansión termine teniendo efectos contraproducentes.