La Familia Torres, una empresa familiar vinicultora que ha trabajado el vino durante más de cinco generaciones y conocida por su gran legado en este sector, ha declarado que pretende reducir sus emisiones de CO2 en más de un 60% para el año 2030.
La iniciativa surge cuando una revisión de las emisiones que produce la empresa lleva a estimar que al menos el 60% de las emisiones de carbono que produce pueden reducirse para 2030, con unas medidas y actuaciones que han involucrado a la empresa desde 2008. Siguiendo un proyecto de reforestación que se produce en la Patagonia de chile, la intención es incluso la de reducir estas emisiones en un 70%.
Pero, ¿qué medidas han llevado a esta reducción del impacto medioambiental?
Entre otras actuaciones, la Familia Torres ha apostado por aumentar las energías renovables en el almacenamiento de los vinos y en la elección de sus proveedores, instalando una caldera de biomasa que minimiza todo el consumo de la planta de vinos al tratar exclusivamente con gas natural. Asimismo, se aplican medidas de eficiencia energética en toda la infraestructura y se ha promovido el teletrabajo de los empleados para minimizar el impacto medioambiental de sus vehículos en el transporte. La iniciativa surge cuando, debido a las medidas impuestas por el COVID-19 para el desplazamiento de la población, la empresa considera que la reducción de las emisiones que se produce en este periodo puede llevar a mejores resultados en el impacto medioambiental que se produce a corto y largo plazo.
Desde 2008, esta empresa se ha comprometido a destinar un 11% de sus beneficios a actuaciones que tengan como fin la reducción del impacto negativo en el medioambiente.
Entre estas medidas destaca la creación de la asociación internacional Wineries for Climate Action (IWCA) creada por la Familia Torres junto con Jackson Family Wines, en California, para impulsar que las empresas de este sector por todo el mundo consigan reducir las emisiones de carbono producidas hasta cero.
Para conseguir este objetivo tan ambicioso, la empresa de la Familia Torres apuesta por las energías renovables, la movilidad sostenible y una mayor eficiencia energética que además sea también un objetivo de sus colaboradores. La inversión que se realiza en medidas para reducir las emisiones de carbono también incluye la inversión en investigación científica para que la fermentación de su producto pueda reducir el CO2, ya sea reutilizando parte del proceso o dirigiendo el mismo a la caldera de gas natural.
De forma novedosa, la empresa es también responsable de la absorción de carbono de la atmósfera para conseguir una mayor compensación de sus propias emisiones. Consiguen esto a través de la reforestación de árboles de pino en superficies que abarcan más de 70 hectáreas en la Patagonia chilena, y también con un futuro de viticultura regenerativa que permite que el suelo donde se planten las vides sea capaz de retener mayores cantidades de carbono en su interior.
Para este año, la empresa ya ha declarado que incorporará el primer tractor eléctrico a su plantilla, de manera que poco a poco puedan ir sustituyéndose todos los transportes usados en la producción por una flota entera de vehículos eléctricos.