
Dejará de emitir más de 2 millones de toneladas de CO2 hasta 2040
Nueva York prohíbe el gas natural en los edificios de nueva construcción. El proyecto de ley impedirá las conexiones de gas natural y equipos de combustión de petróleo en edificios nuevos de menos de siete pisos a partir de 2024 y todos los edificios nuevos a partir de 2027. Los edificios existentes no se ven afectados por la medida, aunque se podrían exigir reformas. Los hospitales, fábricas, lavanderías y cocinas comerciales también están exentos.
La nueva ley significa que los sistemas de calefacción, las cocinas o los depósitos de agua caliente deberán funcionar con electricidad obtenida de energías limpias. Sin embargo los residentes en viviendas que aún usen gas no estarán obligados a hacer el cambio a menos que cambien de residencia.
Según los cálculos alrededor del 70% del CO2 que genera Nueva York procede de los edificios. Con esta nueva ley la ciudad se ahorrará en emisiones 2,1 millones de toneladas de CO2 hasta 2040, la misma cantidad que vierten a la atmósfera cada año 500.000 automóviles.
El estado de Nueva York es uno de los mayores consumidores de gas natural en Estados Unidos (el sexto a nivel nacional). La generación de electricidad procede en su mayoría del gas natural, que predomina sobre la energía nuclear o la hidroeléctrica.
Impacto significativo
Con esta prohibición la “Gran Manzana” se suma así a otras 65 ciudades de siete estados de Estados Unidos que dejarán atrás el gas. Aunque no es la primera en hacerlo el impacto de la medida será muy significativo dadas las dimensiones y el simbolismo de la ciudad.
Tras Nueva York, este pasado 15 de diciembre, la Unión Europea ha propuesto una nueva directiva sobre la eficiencia energética de los edificios. Y es que calcula que las viviendas, escuelas, hospitales y oficinas son responsables del 36% de las emisiones de CO2 todo el área comunitaria y suponen el 40% del consumo energético de cada bloque.