Ha permitido reducir en torno a 125 muertes anuales
La ZBE de Barcelona ha reducido más de 600.000 desplazamientos contaminantes. Según el Ayuntamiento es la principal conclusión del primer informe de implantación y seguimiento de esta medida que entró en vigor en enero de 2020. Ha estado marcada por las restricciones de la pandemia de la covid-19, en especial la reducción del tráfico durante el confinamiento.
El impacto previsto en 2017, cuando se inició el desarrollo de la medida, era reducir la concentración de NO2 entre 3,1 y 7,7 µg/m³. Con datos de diciembre de 2021, la reducción en el Eixample, la estación con más tráfico, fue de 8’6 µg/m³ y en toda la ciudad fue de 4’3 µg/m³, lo que supone una reducción del 11% de NO.2. La mejora de calidad del aire por todos los cambios ocurridos, ha permitido reducir en torno a 125 muertos anuales con respecto a 2017. También se han evitado 110 casos anuales de asma infantil y 15 casos anuales de cáncer de pulmón.
En este sentido, Barcelona ha sido pionera en implementar una zona de bajas emisiones incluso antes de la aprobación de cambio climático y transición energética. Esta nueva ley, entre muchas otras medidas, establece que los municipios de más de 50.000 habitantes deben contar con una zona de bajas emisiones ZBE para 2023.
Reducción progresiva
El porcentaje de vehículos más contaminantes que circulan por Barcelona se ha reducido progresivamente con la ZBE Rondes. Destacan sobre todo las bajadas de turismos y furgonetas sin etiqueta, al entrar en vigor el régimen sancionador, el 15 de septiembre de 2020 y el 1 de abril de 2021, respectivamente. El parque circulante de vehículos sin etiqueta, que incluye los vehículos que todavía están en moratoria o que lo estuvieron durando el año pasado, ha pasado del 20% del 2017 al 3-4% con datos de diciembre de 2021.
Ahora el Ayuntamiento quiere llevar más allá la ZBE y aplicar el veto a los vehículos con la etiqueta ambiental amarilla de la DGT. Son vehículos de categoría B, coches y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de diesel a partir de enero de 2006. Los de gasolina deben cumplir el nivel de emisiones Euro 3 y, los de diesel, Euro 4 y 5. El Ayuntamiento de Barcelona, ya ha empezado a trabajar en esta medida aunque reconoce que no tiene ningún calendario.