Para lograrlo deberá compensar las más de 15.000 toneladas calculadas para ese periodo
Cruz Roja quiere alcanzar la neutralidad climática en 2030. Para ello comenzará por compensar todas sus emisiones con acciones de reducción e iniciativas de reforestación. Lo hará con el programa +CO(mensa)2, que está siendo implantado progresivamente y se alargará los próximos nueve años. Este objetivo obligará a compensar las más de 15.000 toneladas de CO2 emitidas según la huella de carbono calculada para este periodo. Esto implicará una implantación progresiva del proyecto y conjugar las acciones de reducción con las de compensación.
La estrategia se sustenta en tres pilares como son el cálculo de las emisiones, la reducción y compensación de la huella de carbono y la inversión del ahorro producido en proyectos de lucha contra la pobreza energética. Cruz Roja ha calculado el impacto sobre el medio ambiente en términos de emisiones de todas sus actividades y ha registrado su huella de carbono ante la Oficina Española de Cambio Climático.
Para ello hay que tener en cuenta los suministros de la organización de gas, electricidad, agua, carburantes y estaciones de servicio, así como todos los viajes, además de cada vehículo y su consumo, y el uso de papel en las oficinas. Para controlar estos factores se revisan las facturas de cada una de las delegaciones mes a mes. Por eso se han unificado el 98% de todos los contratos de luz de cada asamblea en España, para que su energía sea verde y esté garantizada y certificada.
Gas
Con el gas ha sucedido lo mismo. Las provincias han ido cambiando sus instalaciones de calderas por gas natural o procesos de biomasa. Por otro lado Cruz Roja está transformando su flota de vehículos, de 3.500 unidades. Para el año que viene, todo el material de oficina estará contabilizado también dentro de la huella de carbono.
Jesús Abala Padrazo, referente de Eficiencia Energética de Cruz Roja considera que “somos muy pocas las empresas que ahora hacemos este tipo de cuestiones. Y de organizaciones, es posible que seamos la única. Por eso, si Cruz Roja en uno o dos años es capaz de compensar va a ser un éxito, porque somos un referente para la población. Si conseguimos plantar todos los árboles en compensación a esa huella y certificarlo ante el ministerio, nos ponemos en una situación de primerísimo orden, puesto que el objetivo de la centralización está en 2050 y es posible que nosotros neutralicemos en un plazo de dos a tres años”.
Baleares
Uno de los proyectos -por ahora piloto- con los que se pretende compensar las emisiones de CO2, se está llevando a cabo en las Islas Baleares, concretamente en el bosque del Castellar de Bellotero y en la zona natural marítima de Es Carnaje. Su fin es contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero que Cruz Roja genera durante su actividad a través de la reforestación de espacios y entornos naturales. Se realiza mediante el aprovechamiento de la capacidad fotosintética de las plantas para absorber el CO2 de la atmósfera, haciendo que se reduzca así la concentración de esos gases en el aire.