El acuerdo también fue suscrito por fabricantes, gobiernos municipales y propietarios de grandes flotas
Eliminar los coches de combustión para 2035 como manera de combatir la crisis climática. Es el acuerdo al que llegaron ayer más de 100 entidades en la Cumbre del Clima de Glasgow, la COP26. El acuerdo fue suscrito por 31 países, 38 gobiernos municipales o regionales, 11 fabricantes de automóviles y 27 propietarias de grandes flotas de vehículos y empresas de movilidad compartida. En total, los firmantes representan el 15% del mercado automovilístico internacional, lo que afectaría a 11,5 millones de vehículos con potencial de electrificarse en los próximos años.
Entre los países firmantes de este acuerdo destacan potencias del sector como son Reino Unido, Austria, Holanda, Polonia o India. Sin embargo, también se quedan fuera países importantes como EEUU, China o España, precisamente uno de los principales fabricantes de vehículos de toda Europa. La Ley de Cambio Climático española prevé que los coches contaminantes dejen de venderse y fabricarse en el año 2040.
Ciudades
Es importante la presencia en este acuerdo de ayuntamientos de grandes ciudades como Los Ángeles, San Diego, Nueva York, Buenos Aires o Sao Paulo, entre otras. En España destaca la adhesión del Ayuntamiento de Barcelona, que dirige Ada Colau. En cuanto a los fabricantes, en 2035 dejarán de sacar al mercado coches diésel y gasolina Ford, Jaguar, Mercedes, Volvo o General Motors. Estas marcas suponen casi un cuarto de las ventas a nivel global. Sobre las empresas que se comprometen a electrificar las flotas, aparecen nombres tan relevantes como Iberdrola, Ikea, Unilever, EDP, Siemens, Uber o la farmacéutica AstraZeneca.
Actuar sobre el transporte es fundamental para reducir las emisiones que calientan el planeta y limitar la subida de temperaturas. El transporte representa una quinta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, de las cuales el 89 % corresponde al transporte por carretera. Reducir estos gases también es un asunto de salud pública, pues se calcula que cada año mueren en todo el mundo de manera prematura casi 400.000 personas debido a enfermedades asociadas a la contaminación atmosférica. El grueso de estas defunciones se produjeron en los cuatro mayores mercados del planeta: China, India, Europa y EEUU.