
El jueves 8 de abril, el Congreso dio aprobó la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, proyecto legislativo que lleva años de retrasos, casi un año después de que el Gobierno lo mandase para su revisión. El Senado es el último paso antes de su aprobación definitiva.
A iniciativa del Gobierno de España, el proyecto de ley ya ha superado la fase del Congreso de los Diputados. El texto ha sido aprobado por una mayoría más que suficiente en la Comisión de Transición Ecológica: 22 votos a favor, cinco en contra (VOX) y 10 abstenciones (PP y Mas País).
En el caso de que el Senado no haga cambios en el texto legislativo, se prevé que quede aprobado de forma definitiva en mayo. La nueva ley sienta las bases para el desarrollo del país para cumplir los objetivos de reducción de emisiones que exige la Unión Europea, aunque el texto va más allá de lo que pide Bruselas.
En 2050 en España no se podrá emitir más CO2 del que se pueda capturar mediante los bosques u otros sumideros del gas de efecto invernadero que pueda haber. En lo que respecta al automóvil, supone para los fabricantes una guía de por dónde deben ir (aunque casi todos irían igualmente).
Es la Unión Europea la que ha puesto unos objetivos de reducción de emisiones que solo es posible conseguir con ventas masivas de vehículos electrificados, principalmente híbridos enchufables, eléctricos puros y de pila de combustible de hidrógeno. Con ese horizonte a la vista, no merecerá la pena seguir invirtiendo en la combustión interna.