
Fueron clave las medidas en materia de transformación urbana, pacificación y fomento de los desplazamientos en transporte público, bici y a pie.
Un informe señala los efectos positivos de la pandemia sobre el medio ambiente Barcelona logró reducir sus emisiones de CO2 en más de 824.000 toneladas durante 2020 con respecto al año anterior. Así se desprende del Informe de Emergencia Climática “Barcelona 2020” emitido por el Ayuntamiento de la capital catalana, un documento que señala los efectos positivos de la pandemia del coronavirus sobre el medio ambiente. Según el informe el año pasado se emitieron 2,7 millones de toneladas de CO2, mientras que en 2019 fueron 3,6 los millones emitidos.
La reducción de emisiones viene marcada por la disminución de la movilidad interna, en la actividad portuaria y aeroportuaria, el tratamiento de residuos y el consumo energético, debido a las restricciones decretadas por la pandemia.
Cuatro millones de ahorro
El documento también muestra el impacto de algunas de las principales políticas municipales en materia de mitigación y adaptación a la emergencia climática. La instalación de generación fotovoltaica, el impulso de las redes de calor y frío y la apuesta por Barcelona Energía han permitido al Consistorio que dirige Ada Colau ahorrar hasta cuatro millones de euros y casi 40.000 toneladas de CO2, lo que representa más de un 10% del ahorro en este ámbito.
En cuanto a la movilidad y el transporte, el año pasado se dejaron de emitir 229.900 toneladas de CO2. Las medidas en materia de transformación urbana, pacificación y fomento de los desplazamientos en transporte público, bici y a pie, fueron «clave» para ello, según afirma el Ayuntamiento.