Para ese año la energía debe proceder en un 42% de fuentes renovables
Andalucía aprueba su Estrategia Energética 2030. Recientemente el Gobierno andaluz ha sacado adelante este instrumento que guiará la planificación y desarrollo energético de la comunidad para la próxima década. El principal objetivo es liderar la transición hacia un modelo energético eficiente, sostenible, seguro y neutro en carbono. Un modelo, al fin y al cabo, que aproveche los recursos renovables y redunde en el crecimiento económico y la generación de empleo contribuyendo, así, al cumplimiento de los objetivos en materia de energía y clima.
La Estrategia cuenta con seis objetivos principales a alcanzar en 2030. Para ese horizonte el consumo final de energía deberá proceder en un 42% de fuentes renovables, porcentaje que ascenderá al 75% en el mix eléctrico. También aspira a una reducción del consumo de energía tendencial del 39,5%. En el caso del transporte, se fija un descenso de la demanda de los derivados de petróleo del 30% respecto a 2019. Todo esto supondría una rebaja a la mitad de las emisiones de dióxido de carbono asociadas al consumo de energía respecto a 2005.
La Estrategia Energética de Andalucía apunta como una de sus claves el aprovechar las oportunidades que brinda la transición energética para fortalecer el tejido empresarial. La generación de puestos de trabajo se estima en un aumento del 15% del empleo directo vinculado a la transición energética.
Además de los seis objetivos de transición energética, la Estrategia recoge el desarrollo de las 12 líneas prioritarias que se impulsarán para conseguir dichos objetivos. Entre ellos se encuentran fomentar el aprovechamiento de las energías renovables, la rehabilitación energética de edificios de empresas y hogares, la mejora de la sostenibilidad y competitividad de la industria y el sector servicios o el avance hacia la movilidad cero emisiones.